"Carta abierta a todos los
Oriholanos" de Miguel hernández
Alma
de mis oriolanos
¡digo!...oriolanos
de mi alma.
A
vosotros me dirijo
desde
esta carta “arrimada”
que
escribo, teniendo por
mesa
el lomo de una cabra,
en
la milagrosa huerta
mientras
cuido la manada,
tras
saludaros lo mismo
que
hacen todos en las cartas.
Y
me dirijo a vosotros
para…
para…para…para…
(¡Ay!
Perdonadme un momento.
Voy
a echarle una pedrada
a
la “Luná”, que se ha ido
artera
a un bancal de habas,
y
el huertano dueño de ellas
me
está gritando desgracias.
Bien.
Ya la espanté) Prosigo:
¿Os
decía…? ¡Ah, sí, sí… ! ¡Calla!
Que
me dirijo a vosotros…
(¡Rediós!
Otra vez la cabra
Y
el huertano que me grita
¡Maldita
sea la estampa!
del
animal que no quiere
que
diga lo que empezaba.
“¡Luná”…!
Ya escapó) Sigamos.
Y
me dirijo así, para
deciros
que pienso hacer
con
poesías de las dadas
a
la luz y de las que están
sin
ver la luz para nada
-que
son bastantes- un libro.
¡Un
libro, un libro!
¿Os
extraña?
Pues
que no os extrañe.
¡Un
libro!
Un
bello libro que vaya
ilustrado
por Penagos,
por
Bartolazzi o Pedraza
y
prologado por… ¡vamos!...
por
el primero que salga.
¿Qué
me decís? ¿Que es locura?
¿Qué
veis muy mal que lo haga?
¿Qué
no puede ser? ¿Qué es mucha
mi
presunción y mi audacia?
¿Qué
me lo he creído?...¡Cierto!
¡Me
lo he creído! ¡Palabra!
Me
he creído ser poeta
de
estro tal que en nubes raya
y
digno de contender
con
Homero, con Petrarca,
con
Virgilio, con Boscán,
con
Dante y toda la escuadra
de
clásicos que palpita
por
ab-aeterno en las páginas…
-y
a los que yo no conozco
más
que de oídas … y gracias.
Me
he creído que en mi mente b
ullen
imágenes claras c
ual
nuestro azul.
-¡Vaya
símil! Me he creído
que
de mi alma l
a
nube lechosa y pura
-¡vaya
fulgor de metáfora!-
puede
dar continua lluvia
de
versos de urdimbre mágica.
Me
he creído… (Perdonadme,
que
otra vez están en las habas
la
“Luná” de mis pecados
y
ahora no grita, no: rabia
el
huertano. “¡Luná!” ¡Toma!
¡Para
que otra vez no vayas!)
Os
repito: me he creído
que
¡vamos!, que tengo pasta
de
poeta. Que yo puedo
subir
muy alto… sin alas.
Vosotros
sabéis de sobra
lo
que valgo. –¡Dios me valga!-
Vosotros
habéis leído
los
versos que en las preclaras
-adjetivo
muy usado,
pero
pasa ¿verdad?, pasa
lo
mismo que otros más viejos_-
revistas
de nuestra patria
chica,
vengo publicando
con
muchas y gruesa faltas
de
prosodia y de sintaxis,
de
ritmo y de consonancia,
en
los que hay imitaciones
harto
serviles y bajas,
reminiscencias
y plagios
y
hasta estrofitas copiadas.
Vosotros
tras de leerlos
me
habéis dicho:
“Pastor,
¡vaya!
eres
ya todo un poeta”.
Y
así, con toda mi alma
me
lo he creído y con toda
ella,
quiero imprimir para
la
florida primavera
cuando
todo ríe y habla,
cuando
todo sueña y trina,
cuando
todo brilla y canta,
un
libro que me de ánimos
para
seguir mi sonata pastoril
y
me de gozo
de
unos pétalos de fama.
Oriolanos
mis paisanos:
-dos
hemistiquios que hermanan-
al
deciros en mi mal
compuesta
y rimada carta,
que
pienso tejer un libro
con
mis rimas poco gayas,
y
poco… ¡bien! no es tan solo
para
que ninguno yazga
ignorante,
Es por… por… por…
(Aguardad
que de a la cabra,
que
otra vez se fue al habado
bancal
y el huertano rabia.
¡”Luná”!
¡”Luná”! ¡Toma, perra!
¡Por
volver a las andadas)
Decía
que es por… por… por…
porque
valdría mucha plata
editar
el libro… y yo
no
puedo valerlo en nada.
¿Me
entendéis?
...Que
yo me he dicho,
Digo
¡Ah, si me ayudaran
los
oriolanos, salvado,
salvado
del todo estaba!
¿Me
entendéis? ¿No?¡Santo Dios!
Hablaré
más a las claras.
Que
os pido,¡eso es! Que os pido
una
peseta- no falsa –
un
duro,¡ lo que queráis!
para
poder mis ansias
satisfechas…
¿Me daréis
lo
que, si no me causara
vergüenza
hasta de rodillas
os
pidieran mis palabras…?
Confiando
en que querréis
tener
un artista –en mantas
o
mantillas aún, y humilde
y
modesto hasta Managua
se
despide de vosotros,
anticipándoos
las gracias,
este
pastor a quien viene
a
soltar cuatro guantadas
un
huertano porque están
en
su sembrado mis cabras.
Publicada
en El Pueblo e Orihuela, el 2 de febrero de 1931
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